Responsabilidad social y valor compartido en las industrias extractivas

Por más de 20 años, Entrix Latin Americaha trabajado en la región, brindando servicios sociales y ambientales en la planificación, diseño y administración de proyectos a gran escala y de largo plazo en varios sectores, incluyendo minería, hidrocarburos, desarrollo energético y de infraestructura. En su larga trayectoria de trabajo, Entrix Latin America ha colaborado con diversas industrias extractivas en varios países, ya que son una base económica fundamental para los países en desarrollo, que continuamente establecen fuentes de empleo y un grado significativo de desarrollo socioeconómico, especialmente en áreas remotas. Históricamente, estas industrias extractivas han asumido la función de ayudar a comunidades remotas, en las áreas en las que trabajan, a satisfacer sus necesidades básicas. Esta dinámica se debió a la falta de capacidad del gobierno local y nacional, así como a la distancia entre las áreas urbanas y las partes más remotas de un país. Estos factores son algunas de las causas principales de la inaccesibilidad de la comunidad a los recursos más básicos: agua potable, servicios de salud, educación, infraestructura de transporte, entre otros.

Podría decirse que el desarrollo y la conectividad han aumentado paulatinamente en la mayoría de los países en desarrollo, y el rol y presencia de los gobiernos ha crecido con él. Hoy en día, una industria extractiva puede ser el principal empleador o estimulante económico en una comunidad remota, pero ya no es su función reemplazar al gobierno y proporcionar obras o servicios públicos. En este contexto, la responsabilidad social en las industrias extractivas -y también en otros tipos de industrias- ha experimentado cambios drásticos y reformulaciones, principalmente centradas en la Licencia Social para Operar y el concepto de valor compartido.

En febrero 2018, la agencia del gobierno australiano, Austrade, de manera conjunta con el Australia-Colombia Business Council (ACBC) desarrollo un desayuno-conferencia abordando el tema de "Licencia Social: Clave para el desarrollo sostenible del sector extractivo en Colombia." En este evento, Entrix Latin America fue invitado a presentar sobre el la Responsabilidad Social y el Valor Compartido para Industrias Extractivas. El gerente de división de Entrix Latin America, el Ing. Miguel Aleman, con más de 31 años en la gestión socioambiental en la región, presento sobre el tema en Bogotá frente a varios representantes del sector petrolero y minero del país.

Licencia Social para Operar
Antes de tocar el concepto de valor compartido, es necesario analizar por qué empresas asumen objetivos y programas de responsabilidad social. La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) tiene, y sigue siendo, una gran fuente de debate entre las diferentes escuelas de pensamiento. Una forma de pensar considera que las empresas tienen la responsabilidad exclusiva de generar los bienes o servicios para los que fueron creadas, y que reduce su desempeño cuando las empresas intentan asumir cualquier tipo de rol social, especialmente cuando se sobrepasa el rol del gobierno. Sin embargo, la mayoría de los marcos legales otorgan a las empresas la designación de entidades o personas jurídicas, lo que le otorga obligaciones y responsabilidades con respecto a la nación, la ciudad y la comunidad en que operan. Para las industrias extractivas, esto está ligado a los derechos de concesión que un país les otorga.

Si bien las especificaciones legales de cuáles son estas obligaciones varían de un país a otro, actualmente se espera que las compañías sean, como mínimo, “buenos vecinos”. Esta idea va de la mano de lo que a menudo se denomina "Licencia Social para Operar" (LSO). A diferencia de una licencia ambiental, esta LSO no es otorgada por ninguna institución oficial; más bien, la LSO es la capacidad de una empresa para operar con éxito a largo plazo debido a su reputación, comportamiento, gestión, relacionamiento y contribución positiva a un área, lo que hace que gane, y mantenga, la necesaria aceptación de las autoridades y miembros de la comunidad.

Valor compartido
Suponiendo que una empresa haya obtenido una licencia social para operar inicialmente, será un desafío continuo para mantenerla. Hay muchos ámbitos que considerar simultáneamente: el cumplimiento legal y ambiental, el compromiso de las partes interesadas, el relacionamiento comunitario, la satisfacción de los empleados, entre otros factores. Estos, junto con objetivos de negocios y cronogramas igualmente importantes.

Bajo esta premisa, el concepto de valor compartido tiene como objetivo implementar políticas y acciones que mejoren la gestión social y el impacto positivo, en conjunto con el desempeño de la empresa, de manera cuantificable. A través de este concepto, las empresas dejan de proporcionar recursos (donaciones, alimentos, infraestructura o materiales educativos y de salud, etc.) y se concentran en crear y fortalecer la capacidad local para participar en su cadena de valor, que tiene beneficios socioeconómicos para ambos, la compañía y la comunidad.

Implementando el valor compartido
Las políticas y estrategias de valor compartido estarán directamente conectadas a las necesidades y dinámicas de la comunidad en la que se implementarán. En primer lugar, una compañía necesita comprender la comunidad de la que forma parte, las fortalezas que tiene y los desafíos que enfrenta. A través de este conocimiento, las empresas pueden comenzar a establecer conexiones entre ellas y la comunidad.

Entrix Latin America ha trabajado con empresas privadas de todo el mundo en la implementación de estrategias y programas de valor compartido que se centran en:

  1. La participación de los actores sociales involucrados y en la consulta para comprender las necesidades y oportunidades presentes
  2. Desarrollo de contenido local, que busca identificar oportunidades de mercado para los bienes y servicios necesitados por las empresas en un lugar determinado
  3. Mejorar la capacidad local para participar como empleadores o proveedores
  4. Fortalecer la participación local y crear alianzas estratégicas con entidades locales

Esto ha resultado en la implementación de programas innovadores como el Programa de Industrias Inclusivas que vincula a las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas locales (MIPYMEs) con Grandes Empresas Industriales (GEI). Esta iniciativa va más allá de CSR y LSO, vinculando las necesidades de abastecimiento de una compañía con los proveedores locales a través de procesos de capacitación y calificación, con beneficios económicos cuantificables para ambas partes a largo plazo. Las Iniciativas de Salud para el Sector Privado (HIPS, por sus siglas en ingles), implementadas en Uganda, se enfocan en programas integrales a largo plazo de atención médica en el lugar de trabajo, en asociación con clínicas locales y medios tecnológicos como mensajes de texto, que se extienden a la comunidad circundante, con impacto mensurable en el trato del VIH/SIDA, tuberculosis, malaria, salud reproductiva y planificación familiar. A su vez, HIPS también ayudó a reducir el ausentismo de los empleados, beneficiando directamente a la empresa.

Desafíos para las industrias extractivas
En América Latina, las industrias extractivas -así como los gobiernos que han facilitado su ingreso - tienen una larga historia que a menudo es negativa. Es un gran desafío para las empresas y los gobiernos diferenciarse de esta reputación y llevar a cabo negocios responsables.

En la región, esto significa implementar acciones y estrategias que no siempre son requeridas por la ley, pero que son mejores prácticas internacionales. Esto puede incluir el proceso de consulta previa, no solo en áreas con poblaciones indígenas. Esto también puede incluir considerar cómo un desarrollo de un proyecto a gran escala puede causar inmigración al área, trayendo consigo crecimiento urbano y más presión sobre los recursos naturales locales, posible aumento de drogas y prostitución (a menudo en relación con la afluencia de una fuerza de trabajo mayoritariamente masculina), y un cambio general en el estilo de vida de las comunidades involucradas. Si bien algunos cambios son parte inevitable del proceso de desarrollo, otros pueden y deben ser abordados por las empresas junto con las partes interesadas locales.

 

Compromisos de responsabilidad social
La responsabilidad social corporativa a menudo se critica por ser una estrategia de marketing y publicidad, y el mayor desafío de todos en este ámbito será pasar de los planes y políticas a la acción. Adoptar altos estándares sociales y ambientales, mejorar la transparencia y la inclusión, colaborar y ser un miembro activo de la comunidad, y hacer todo lo posible para prevenir violaciones a los derechos humanos— estos son compromisos de responsabilidad social que toda empresa hoy en día debe asumir para comenzar a operar como un "buen vecino".

De aquí, hay mucho trabajo y contribuciones positivas por hacer en cada comunidad, limitadas solo por la visión de una compañía.